Hace un tiempo reflexioné en este blog sobre ciertas tendencias autodestructivas de las clases medias argentinas.
El pleno empleo de los gurúes de la City en medio de la catástrofe Imperial que no previeron (ver aquí) es un ejemplo de que las clases medias altas y altas pueden también perder la brújula en el foco de la estampida y disparar hacia el abismo.
Porque convengamos que ni Broda ni Melconián ni Bein son responsables del derrumbe de Wall Street. Pero por estos lares siempre repitieron las recetas neoliberales ortodoxas cuya supervivencia hoy está en cuestión.
Y ahora nuestros empresarios, banqueros y entrepreneurs les preguntan a ellos como hay que evitar una catástrofe a la que siempre están invitándonos a entrar.
Bueno, por lo menos el curro les va a durar unas semanas mas... pero no me digan que la imagen de Martincito Lousteau de gira por el interior adoctrinando sojeros no es un poco mucho.
El pleno empleo de los gurúes de la City en medio de la catástrofe Imperial que no previeron (ver aquí) es un ejemplo de que las clases medias altas y altas pueden también perder la brújula en el foco de la estampida y disparar hacia el abismo.
Porque convengamos que ni Broda ni Melconián ni Bein son responsables del derrumbe de Wall Street. Pero por estos lares siempre repitieron las recetas neoliberales ortodoxas cuya supervivencia hoy está en cuestión.
Y ahora nuestros empresarios, banqueros y entrepreneurs les preguntan a ellos como hay que evitar una catástrofe a la que siempre están invitándonos a entrar.
Bueno, por lo menos el curro les va a durar unas semanas mas... pero no me digan que la imagen de Martincito Lousteau de gira por el interior adoctrinando sojeros no es un poco mucho.
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