martes, 2 de septiembre de 2008

El Vuelo de la Locura







El jefe de la bancada de senadores del Radicalismo realmente existente, Gerardo Morales, se convierte en la voz más tonante de entre las cuales se oponen a la reestatización de Aerolíneas Argentinas.
Aunque el desenlace en el Senado parece ser mas desahogado, lo que privaría a los televidentes nocturnos de ver un nuevo capítulo de “El Corazón de Cletito”, los esfuerzos opositores de Morales y los suyos no dejar de ser empeñosos, aunque como señalé en un post anterior, parecen mas cómodos en el papel de la pura negación que el sostenimiento de la propuesta alternativa, consistente en la quiebra de la empresa aérea de bandera y su substitución por una nueva, todo ello partiendo de cero aviones, cero infraestructura y contra reloj, para no dejar en el suelo a todo el tráfico aéreo nacional.
Morales viene hace rato tronando sus cuestionamientos. Hace un tiempo publicó con su colega Alfredo Martínez en Clarín un artículo en el que se resume su posición en el tema ( ver aquí ). Quién se tome el trabajo de leerlo verá que los autores plantean numerosos interrogantes, manifestando incertezas sobre el endeudamiento de A.A., sobre las pérdidas de la misma, sobre el desempeño de los representantes del Estado en el Directorio, y sobre “tantos enigmas”, como señalan los autores. Preguntas que es lícito que formulen en el ejercicio de sus cargos y dudas que es razonable que tengan, mas allá de que uno podría preguntarse que han venido haciendo en el transcurrir del tiempo para estar informados sobre un tema que fue siempre trascendente, inclusive durante el gobierno de De la Rúa, del que formaron parte.
Llama la atención que entre tantos interrogantes, Morales y su coequiper se atrevan a hacer una manifestación rotunda, que ellos destacan en negrita en su artículo: “Ha sido el propio Gobierno el que contribuyó al vaciamiento de AA (la tarea de erosión comenzó con el apartamiento de Antonio Mata y siguió con la presión a los demás socios en complicidad con algunos gremios)”. Esta afirmación merece algún análisis, porque de ser dicha con algún grado de responsabilidad, importaría que sus autores manejan alguna información importante, y que no solo de dudas se nutre su intervención en el tema.
Veamos: Hay una afirmación que permite determinar que AA fue erosionada a partir de un momento temporalmente establecido: el apartamiento de Antonio Mata, lo que habría contribuido al vaciamiento de la empresa. Ello debería implicar que hasta ese momento (fines de 2006) la línea aérea no estaba erosionada, que hasta ese momento era una empresa sana en condiciones de cumplir con sus objetivos, que hasta ese momento Aerolíneas Argentinas brindaba eficazmente el servicio aéreo nacional e internacional que es su razón de ser. Pero ¿Cuándo fue ese maldito momento en el que todo cambió?
Porque uno podría pensar que Aerolíneas Argentinas empezó a ser erosionada en julio de 1990, cuando el esfuerzo y el ahorro de por lo menos 3 generaciones de argentinos que dieron como fruto uno de las empresas aéreas mas prestigiosas y seguras del mundo, fueron liquidados a precio vil por el menemato en nombre del fundamentalismo neoliberal, poniendo el 85% del capital de Aerolíneas en manos de un consorcio encabezado por la aerolínea de bandera española, Iberia.
Uno podría pensar que la erosión de Aerolíneas Argentinas continuó con la ineficaz operación del consorcio encabezado por Iberia, que hizo que para 1993 la empresa acumulara perdidas año tras año, las que alcanzaban en ese ejercicio a los 67.444 millones de pesetas.
Uno podría creer que contribuyeron a ese deterioro las ruinosas negociaciones de 1994 entre los controlantes de la compañía y el gobierno argentino, que resignó la acción de oro y permitió que Aerolíneas pasara a estar controlada por Interinvest, una sociedad formalmente argentina, manejada por Iberia que se autoexcluía de las responsabilidades patrimoniales por los eventuales quebrantos de Aerolíneas.
Uno podría entender que los desmanejos que siguieron y que el Estado español no hizo sino profundizar a través de sucesivos “planes de contingencia”, “planes directores” y coprotagónicos a cargo de American Airlines, tuvieron importante significación en la erosión de Aerolíneas.
Uno podría ponerse a pensar que la aparición del Grupo Marsans fue la frutilla en la torta de la ruina, y que la maniobra llevada adelante por este con fondos aportados por la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) en perjuicio de la masa de los acreedores en el concurso de Aerolíneas (incluyendo al propio Estado argentino) y del Estado español, en cuanto aportante de fondos que se usaron para un fin distinto al previsionado, resulta una clara exposición del nivel de “seriedad empresarial” del grupo elegido.
Uno podría suponer que Morales debiera estar informado de que la SEPI le otorgó a el grupo controlante de Aerolíneas Argentinas 300 millones de dólares para se destinado al pago de deudas de la empresa con diversos acreedores, entre ellos los bancos ABN Amro Bank, BBVA y Citibank, como parte de aportaciones destinadas a mejor la situación de la empresa, ya concursada para la fecha de esta operatoria (octubre de 2001). Y que en lugar de pagar, el grupo controlante se subrogó en las acreencias, con lo cual la situación de Aerolíneas no mejoró un ápice pero la de Mata y sus socios si, capitalizando esas acreencias, obteniendo una situación de privilegio en el concurso, en perjuicio de los demás acreedores y de los demás socios (el Estado Argentino y los trabajadores, estos a través de la Propiedad Participada).
Uno podría pensar que la situación de Aerolíneas Argentinas ya estaba suficientemente deteriorada antes de que empezara la “erosión” de la que dan cuenta Morales y Martínez, pues por algo estaba en trámite su concurso de acreedores, ya había habido varios intentos de “saneamiento” resistidos por los trabajadores, pues todos incluían reducciones de personal, disminuciones de sueldos o ambas cosas a la vez, ya se habían perdido o abandonado destinos, se habían cerrado talleres e instalaciones técnicas otrora orgullo de la Aerolínea cuando era realmente Argentina, se había sufrido una importante disminución de la participación en el mercado internacional y la empresa se dedicaba a canibalizar aviones reales, mientras anunciaba la incorporación de otros imaginarios.


Descubre entonces que es la gestión K la culpable por haber arreglado el apartamiento de Mata. Culpable la única gestión que cuestionó ante la Justicia los balances de Aerolíneas y el desempeño de sus controlantes, y que se puso en la difícil tarea de revertir el proceso que iba a dejar al país sin línea aérea de bandera. No fue en cambio erosionante ni la venta a precio vil y el desmanejo posterior de Menem, la indiferencia cómplice de De la Rúa y de Duhalde.
Pues parece que nada de esto merecía la calidad de erosionante. Lo que erosionó a Aerolíneas Argentinas, para Morales, fue la partida de Antonio Mata.
¿Quién es Mata, ese hombre imprescindible a juicio de estos dos senadores? Un viejo simpatizante del antiguo régimen franquista, con vínculos con el PP de su patria, empresario turístico previamente a su incursión en la aeronavegación, sus antecedentes en España antes de su desembarco en nuestro país (y después también) lo emparentan mas con los antiguos aventureros que venían a hacer la conquista de Indias que con un empresario moderno.
Asociado con Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz en el Grupo Marsans, y máximo responsable hasta 2006 de Aerolíneas Argentinas y Austral, tiene la distinción de poseer entre sus antecedentes personales y laborales, una notable colección de prontuarios judiciales; solo penalmente, en el año 2002 fue condenado por la justicia española en Primera y Segunda Instancia, sentencia firme, por “Alzamiento de bienes” (equivalente a insolvencia fraudulenta o fraude en nuestro código penal), por haber ampliado fraudulentamente el capital de la empresa española “Arrendamientos Hoteleros del Sur”, en perjuicio de sus acreedores, recibiendo por ello una pena de 6 meses y 1 día de prisión, inhabilitación para sufragar en igual período y pago de las costas procesales. Pena cuyo ejecución fue suspendida por tratarse de su primera condena, lo cual permite mediante solicitud del condenado, el Código Penal español.
A 2005 Mata y las empresas de su propiedad en España (entre otras Planet Hoteles, Royal Romana Playas, Proturín, Royal Al Andalus, Arrendamientos Hoteleros del Sud, etc.) sumaban entre acciones por desahucios, daños y perjuicios, violación de derechos de marca y publicidad ilícita un total de 17 juicios con sentencia firma desfavorable, y otros 5 en diversos estadíos procesales.
Además la maniobra hecha en provecho propio con fondos públicos había dado lugar en España a las acciones penales en trámite en el Juzgado de Instrucción Nº 35 de Madrid, contra Mata y sus asociados.
En nuestro país Mata, junto a otros directivos de Aerolíneas son objeto de investigación penal por vaciamiento de empresa y administración fraudulenta.
Esta es la "Joya de la Corona" que dirigió Aerolíneas Argentinas y Austral, aquel cuyo alejamiento de la conducción de Aerolíneas Argentinas es a juicio de dos senadores radicales, entre ellos Gerardo Morales, líder de esa bancada, la causa de la erosión de la empresa.
Como estos antecedentes están al alcance de quién busque un poco en la materia, uno tiene que preguntarse si lo de Morales va en serio (no diremos que es poco serio, pues no somos Ámbito Financiero). Y a quién o a quienes son funcionales sus berrinches. No olvidemos que Mata vuelve a atacar ahora a través de Air Pampa, empresa con la cual quiere volver a cernirse en los cielos argentinos. Y a la cual la favorecería la extinción de Aerolíneas, es decir la solución propugnada por Morales y la oposición.
¿A quién mas favorecería una Aerolíneas extinta, paralizada o aún más desguazada que hoy? Bueno, quizás no esté de más recordar que los Estados Unidos propugnan desde hace tiempo una política de apertura de cielos que permita libertad absoluta de acceso de sus empresas en los destinos de nuestro país que resulten de su interés. Por supuesto, a la recíproca, ejem…
Y por fin no habría que descartar la última hipótesis, esto es que Gerardo Morales crea realmente lo que dice, y le parezca que es razonable. A no olvidar a Barbara Tuchman, autora de "La Marcha de la Locura", para quién la estupidez es también una fuerza de la historia.

5 comentarios:

Eva Row dijo...

Muy interesante todo. También recuerdo Historia de la Estupidez Humana. Acabo de oirlo por TN, después de la victoria de la estatización. Dice que como en el parlamento no se van a poner de acuerdo en el precio, el poder ejecutivo va a tener que mandar el proyecto de expropiación. Es un mal tipo, mal tipo, más que estúpido.

Enrique Martín dijo...

Gerardo Morales es, como decirlo, el chico que le roba vueltos a la mamá; el que compra y dice que se olvidó la billetera; el que llega a las cenas a la hora del postre, lo come de arriba y no entra en la "romana"; el que se acuesta con la doméstica y se lo cuenta a todo el mundo; el que se enferma justo el día del paro. En mi barrio. a estos tipos, les decían FORROS.

Anónimo dijo...

Qué se puede esperar de un tipo que en los debates de comisión se pone a gritar como si fuera Samantha Farjat en el programa de Mauro? Yo no digo q Jaime o Moreno sean inocentes palomitas, pero gritar y descalificar como lo hizo, gratuitamente, es demostrar histéricamente q no tenés ni un centímetro de razón.
"Si no es estupidez, es traición"
Saludos!

Jimmy Venegoni dijo...

Si Gerardo Morales es la alternativa, en fín, por eso estamos como estamos...
Buen blog.
Saludos

Anónimo dijo...

El vuelo de la locura es un poemario de la poeta dominicana Raquel Virginia Cabrera. http//www.elvuelodelalocura.net